Malena Martínez: “El movimiento campesino nunca dejó de organizarse incluso en sus momentos de más debilidad”
La lucha del legendario dirigente campesino, Hugo Blanco Galdós, para lograr la tan anhelada Reforma Agraria en el Perú, durante los años sesenta, es llevada, esta vez, al cine.
El filme parte de una visita al olvidado pueblo de la selva donde la lucha y la fama de Blanco se iniciaron, la cineasta busca las huellas del joven de barbas negras, rifle al hombro y puño en alto gritando “¡Tierra o Muerte!¨. Y encuentra las del movimiento campesino original.
Radio Quillabamba conversó con la directora Malena Martínez, cineasta peruana, quien presentó el pasado 12 de marzo, en la ciudad de Praga, “Hugo Blanco, Río Profundo”, una película que es un retrato del dirigente que prefirió alentar el autogobierno de la gente y convertirse en un anónimo: Hugo Indio.
1- Entiendo que las luchas sindicales son de tu interés. ¿Cómo nace la idea de hacer una película de Hugo Blanco?.
La figura de Hugo Blanco y la memoria que existe sobre este personaje son tan paradójicas que cuando lo conocí en el año 2000 se me abrió de par en par la curiosidad y el interés por saber más de su trayectoria y de los contextos históricos de sus luchas. Para Blanco, la parte más importante de su lucha es aquella relacionada al movimiento campesino. También por ello me centré en esta relación en mi documental.
2- ¿Que pasajes de ese movimiento campesino indígena que nació en La Convención encontramos en la película?
Yo dejé en la película lo que la memoria de las personas con las que conversé en La Convención pusieron de relieve. Por ejemplo, el mítico Juramento de Mándor. Pero no se trata solo del pasado sino también de lo que sucede en el presente. Así, se muestra la lucha de Celendín por el agua.
El movimiento campesino de La Convención realmente se merece una película propia y espero que un día sea hecha. Pero este documental solo menciona aspectos importantes del movimiento, por ahora.
3- En la provincia La Convención son muy pocos los libros que cuentan sobre esos hechos. ¿Ha sido difícil recopilar el material?, ¿A qué otros exdirigentes, de esa época, encontramos en el film?.
Por suerte tengo familia en La Convención y supe pronto del libro del Padre Encinas, por ejemplo, que ha sido uno de los pocos que realmente investigó directamente los hechos, preguntando a los testigos. No fue fácil usar otros libros porque lo que las personas me decían me resultaba más veraz, vital e interesante. Encontré una gran auto-consciencia en La Convención sobre la fuerza y el rol del movimiento campesino, – que no existe en Lima, por ejemplo – y por eso la expreso en el film.
Otro dirigente al que se ve es a Andrés Gonzáles de Mesada. También se oye a Alberto Huallpa que aquella vez era niño pero luego ha sido dirigente de la Federación de Campesinos de La Convención.
4- ¿Crees que el movimiento campesino, hoy en día, se ha debilitado? ¿Qué factores ha llevado a ello?.
Mi personaje, o sea Hugo Blanco, quien es quien sabe del tema, considera que el movimiento campesino fue debilitado por Sendero Luminoso que no sólo mató a muchos de sus dirigentes y miembros sino que intentó tomar su lugar.
Según lo que investigué en la Confederación Campesina del Perú en Lima, el movimiento campesino nunca dejó de organizarse incluso en sus momentos de más debilidad. Eso es asombroso.
5- Según lo que cuentas en el facebook de la película te han cuestionado por comparar a Hugo Blanco con el Che Guevara. ¿No te parece exagerado la comparación?.
Tal como lo explico en Facebook, no lo comparo yo sino que en Europa es el nombre que le dieron a Blanco durante las campañas que hubo para lograr que no se le dé la pena de muerte con la que estaba amenazado mientras estuvo en prisión. Eso fue en los 60, o sea cuando la Revolución Cubana estaba muy presente en el imaginario europeo. Yo personalmente pienso que la identificación puede hacerse en la medida en que se trata de un mestizo revolucionario que intentó luchar por la igualdad y justicia de sus hermanos indígenas campesinos. Pero en la película misma se entienden las grandes diferencias de método que ambos tuvieron. Esas identificaciones son quizá más dañinas que beneficiosas, pues el mensaje llega más lejos pero también llega más tergiversado.
Hice esta película pensando cómo sería verlo cuando hayan pasado diez años o cuando él ya no esté. Así, no me centro en ninguna anécdota sin importancia ni en rencillas superfluas
6- Hacer una película sobre la vida de alguien que está vivo (a) hay veces -creo- resulta difícil, siento que los valoran y reconocen más cuando mueren, sobretodo si es un personaje político con tendencia de izquierda. ¿Crees que esto pasa con Hugo Blanco?.
Si se hace una película sobre alguien, se debería, en principio, hacerla de tal modo que su obra o mensaje o influencia queden de manifiesto, y esto sea más importante que solo registrar su presencia física. Sin embargo yo sí quise también retratar al Hugo Blanco físico, en este caso el casi octogenario Hugo, porque me sorprendió que no hubiera registrado nada consistente sobre él tras su época parlamentaria. Pero además el Hugo Blanco que yo conocí no era aquel que la prensa había retratado. Hice esta película pensando cómo sería verlo cuando hayan pasado diez años o cuando él ya no esté. Así, no me centro en ninguna anécdota sin importancia ni en rencillas superfluas, que fue algo que siempre hubo alguna gente dispuesta a contarme, sino que intenté concentrarme en lo trascendente y en lo que no se encontraría en otros documentos sobre Blanco.
7- He leído en otra entrevista que el nombre de la película obedece a la amistad que había entre Hugo Blanco y el escritor José María Arguedas. ¿Hubo algún encuentro?.
No hubo un encuentro físico pero sí sino un intercambio de cartas unos días antes del suicidio de Arguedas. Esas cartas circulan en Internet, no es difícil acceder a ellas. El escritor le cuenta que cuando en su libro Los Ríos Profundos puso la escena de los peones de hacienda unidos en marcha para ir a pedirle al cura que rece y así eliminen la peste, tenía una premonición en mente. Para Arguedas esa imagen anticipaba en el imaginario lo que podrían conseguir los indios si se unieran y marcharan por otros motivos. Cuenta que se preguntaba dónde estaría el hombre que les hiciera vencer a los peones el miedo acumulado en siglos. Y le dice a Blanco: «Y después, hermano, no fuiste tú mismo quien encabezó a esos pulguientos indios de hacienda?».
8- Malena has dejado la posibilidad de que podríamos ver la película en algún festival de cine en Lima. ¿Estás ya en conversaciones? ¿Y en La Convención?.
Los festivales juegan un rol muy importante para la difusión de obras no comerciales como esta. Sería muy bueno si deciden mostrarlo. Yo considero importante estar presente la primera vez que se muestre en Lima o en otras ciudades del Perú. Y primero se necesitaría recibir la aceptación e invitación de los festivales. Con algunos fuera de Lima estoy en conversaciones y también con iniciativas de colectivos autoorganizados. Algo que propongo es que haya discusiones tras la película pues está hecha para ser discutida. Incluso en Praga o Toulouse, las conversaciones duran al menos media hora.
Ahora, para proyectar una película se necesitan salas de proyección con proyectores y parlantes. En La Convención aún nadie ha expresado su interés en organizar proyecciones.
9- El Juramento de Mándor es un corto que también realizaste. Para la provincia, un momento histórico y así debería ser reconocido a nivel nacional. Cuéntanos un poco de ello.
Es un capítulo del largo solo que lo he redondeado para que pueda ser presentado solo. Aún lo estoy afinando más. Está basado en el Acta del Juramento de Mándor redactado por el abogado Dr. Estenio Pacheco en 1961. El Dr. Ernesto Quispe Ledesma, quien también aparece en el documental, fue muy amable de darme una copia del manuscrito mecanografiado. Es un texto que debería ser conocido al menos en todo el Cusco, sí.
10- ¿Estás preparando algún otro material relacionado al movimiento campesino o a la provincia de La Convención?
Lamentablemente no, personalmente me faltan los recursos de tiempo y financieros. Conservo sin embargo todo el material grabado. Uno graba horas y luego, tras un trabajo de gran abstracción, usa tres o cuatro minutos por escena. El material en bruto queda y si hay nuevos proyectos y financiamientos quizá se puedan usar. Ojalá.
11- La provincia de La Convención es muy rica en historia y cultura, pero no es lo que sobresale. ¿Qué crees que hace falta?.
Es necesario decidir tomar del propio tiempo y, en vez de utilizarlo en distracciones, trabajar en conservar la memoria de esa historia y cultura que mencionas. Así sea a pequeña escala. Por ejemplo, que los jóvenes de los colegios pregunten a sus propios abuelos y a otros ancianos lo que recuerdan y que alguien recopile, organice y conserve esos testimonios. Que se busque en los propios archivos familiares, se reúna y conserve lo que pueda haber en material visual, objetos o fotografías de la época del movimiento campesino. Es cuestión de ocuparse de ello sin esperar solo que el Estado lo haga pues sino llegará antes el olvido y la desmemoria total. A mí me encantaría, por ejemplo, que se cree un Archivo Visual del Movimiento Campesino del Perú.
Sobre la directora Malena Martínez
Cineasta, fotógrafa y periodista cultural peruana residente en Viena desde el año 2000. Máster en Documental Creativo (2006), Universidad Pompeu Fabra de Barcelona; Magister en Filología Románica (2006), Universidad de Viena; Bachiller en Literatura y Lingüística (1999), Universidad Católica del Perú.
Por: Janet Lobo